Pero hay una figura que destacó como su nuevo verdugo, y que muestra como el límite entre ser una estrella y estrellarse depende de muy poco. Había una estadística, que puede ser más mito o leyenda urbana que otra cosa, que decía que había el triple de irlandeses fuera de Irlanda que en Irlanda, aunque si atendemos a ese criterio del «one drop» (es decir, que si al menos «una gota» de tu sangre es de una minoría étnica, ya formas parte de esa minoría étnica) sí es posible que se cumpla.