Es un concepto poderosísimo y al humanizarlo con la figura de momento, el posicionamiento que logró en la mente y en el corazón de toda una generación fue brutal. Y es que las camisetas térmicas son como una segunda piel. El reto es que ambas metas convivan: un agresivo scouteo en las ligas latinoamericanas, impulsar a jugadores de esa extracción a la NBA y, a la par, que la plantilla no pierda tensión competitiva si los call-ups suceden.