Al igual que sucedió con los pantalones (de los que lucían los olímpicos del 84 a los del año pasado hay medio metro de tela de diferencia), las nuevas chamarras de manga corta están llamadas a imponerse. Sin embargo, desde que el año pasado los Golden State Warriors disputaran un partido con «T-shirts» , los puristas empezaron a verse sumidos en el pesimismo.